viernes, 9 de diciembre de 2016

Noche de gala en Hollywood: todo lo que deseabas saber sobre nuestro viaje más emocionante (I)


Hay un lugar en Los Ángeles desde el cual, es posible abarcar con la mirada su firmamento de luces dispuestas en cuadrantes, sus infinitos bulevares de hasta treinta kilómetros. No se trata de ninguna de las colinas de Hollywood ni tampoco del observatorio Griffith, con su célebre panorámica de ese letrero, descomunal, que todos conocemos a través del cine. Hablamos de un simple promontorio en una autovía, un cambio de rasante que, una vez superado, ofrece al viajero europeo la visión de una de las mayores metrópolis ―con permiso de Nueva York, São Paulo o Ciudad de México― que puedan ver sus ojos.

Inconscientes aún de estas dimensiones tan poco habituales en el viejo continente, desembarcaban Mar, Jorge y David en la tierra de las oportunidades, después de largas horas sobrevolando el Atlántico, los Apalaches y las Rocosas. Su objetivo era representar a Neverend en la gala de los Hollywood Music in Media Awards, los premios de música independiente más importantes del mundo, en los que la banda había sido nominada junto a nombres como Justin Timberlake, Hans Zimmer, Trent Reznor o Pink, amén de toda una generación de músicos emergentes que no deberían tardar en hacerse hueco en los oídos del mundo.


Exhaustos pero llenos de esperanzas, como un fan incondicional que ha seguido a sus ídolos por medio globo, se instalaron los chicos en un modesto motel, a veinte minutos andando de las estrellas de la fama. Había algo en los corredores de ese alojamiento, en la piscina límpida y solitaria, y también en los desayunos al borde del agua; algo muy americano que nos recordaba a «Melrose Place», aquel mítico culebrón de los noventa.

Dos días tuvieron para adaptarse al nuevo entorno, aunque más bien parecieron dos minutos. Enseguida, llegó la noche en que Mar se vistió con ese traje futurista, imán de todas las miradas gracias a su blanco irisado y sus ecos de ciencia ficción. El hechizo que de él se desprendía convirtió la larga cola para entrar al Henry Fonda Theatre ―así como el posterior desfile por la alfombra roja― en una recepción en la corte de algún planeta lejano, habitado por una sociedad culta y sofisticada.

Ya durante la espera a las puertas del teatro, se acercaron artistas como el jovencísimo Drew o el galardonado Nicola Lerra ―ganador en la categoría «Clásica Contemporánea»― para dejarse sorprender por el conjunto de Mar.

En el interior del abarrotado edificio, decorado con unas reproducciones del Bosco que parecían multiplicar la concurrencia, nuestra cantante comenzó a ser solicitada por diversos medios. Y, a pesar de la larga cola de artistas que deseaban ser entrevistados, a pesar de que la contemplación del Jardín de las Delicias debió de resultarles muy oportuna a quienes tuvieron que esperar; a pesar de todo ello, las cámaras querían enfocar primero a nuestra cantante. ¿De quién es el diseño que luces? ¿Eres actriz o modelo? ¡Cuéntanos un poco! A lo que Mar respondía siempre con prudencia, preguntando antes de cada entrevista cuál era la mejor manera de gesticular, de dirigirse a cámara, pues de esta forma evitaría, en la medida de lo posible, cualquier choque cultural.

―Es un traje de Antonio Sicilia: con él, han desfilado en la Madrid Fashion Week. Y el estilismo es de Sabina Rivas ―explicaba nuestra vocalista, poniendo especial énfasis en los nombres propios, ya que, en el caso de Sabina, hablamos de una estilista con dilatada experiencia en producciones televisivas, como «Top Chef», «Casados a primera vista» o «Amar en tiempos revueltos».

Aún nos quedaba toda la noche por delante: estábamos ansiosos por entrar al auditorio donde tendría lugar la gala, por saber si seríamos la primera banda española de rock alternativo en ser galardonada en los Hollywood Music in Media Awards; también por saber si nuestras vidas cambiarían para siempre. No obstante, el mero hecho de acudir a Hollywood con una nominación en el currículo ya es un salto inmenso, algo que te da vértigo y te cambia sin remedio. ¿Qué sería de nosotros a partir de entonces? La vida es una continua incógnita, planteada a años luz de cualquier solución.


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